Una vez habéis superado el dilema de qué cámara comprar, os embargará la emoción de abrir la caja, montar el objetivo, leer un poco por encima el manual… Y estoy seguro de que después os asaltará, tarde o temprano, la misma duda que nos ha asaltado a todo nuevo aficionado a la fotografía réflex: “Muy bonita mi cámara, pero, ¿ahora qué hago?”.
No os agobiéis porqué la cámara tenga muchos modos, parámetros y botones. Al final los acabaréis controlando todos. Vamos a empezar por lo básico. Para ello os voy a explicar los modos que toda réflex incorpora y os aconsejaré sobre cómo comenzar a utilizar vuestra nueva cámara para que vuestro aprendizaje sea tan divertido como progresivo.
Todas las cámaras réflex suelen tener los mismos modos básicos de funcionamiento. Dichos modos combinan los tres parámetros básicos de la fotografía: la sensibilidad ISO, la apertura del objetivo y el tiempo de exposición. Estos conceptos los explicaré en profundidad en mi siguiente entrada: "Los tres pilares básicos de la fotografía. El modo Manual de tu cámara." Dichos parámetros serán los que, una vez los interioricéis y sepáis qué efecto se consigue combinándolos, os permitirán tomar las fotografías tal y como la queríais tomar.
Os paso a explicar los modos básicos:
- Modo Automático: En este modo, no hemos de hacer nada más que apuntar hacia donde queremos tomar la foto, enfocar y disparar. La cámara se encarga de tomar todas las decisiones para que la fotografía salga bien expuesta y con la luminosidad adecuada. Es un modo básico que nos permitirá sacar nuestras primeras fotos, antes de pasar a modos más complicados. Es muy útil para practicar el encuadre y la composición de la fotografía, sin tener que pensar en si saldrá clara u oscura.
- Modo P: Este es el llamado también "modo semi-automático" y es muy parecido al anterior, pero te deja modificar algún parámetro más (sensibilidad ISO, balance de blancos y compensación de exposición). En este modo la cámara decidirá por nosotros qué apertura y velocidad de obturación son las adecuadas. Este modo es útil cuando no podemos prepararnos una toma con calma, podríamos decir que es nuestro revólver. ¡Apunta y dispara! Eso sí, en la mayoría de las tomas veréis que la cámara no ha tomado la decisión adecuada a lo que teníamos pensado, no deja de ser una máquina, no es perfecta... Para eso están los tres siguientes modos.
- Modo A (en Canon es Modo Av): Este es el modo llamado comúnmente "Modo de Prioridad de Apertura". Se llama así porqué será precisamente la Apertura del diafragma del objetivo el único parámetro que modifiquemos (además de la ISO, que también podemos establecerla). Esto quiere decir, que a igual ISO, dependiendo la apertura que seleccionemos, la cámara adaptará la velocidad de obturación adecuadamente. Es muy útil cuando sólo necesitemos establecer la luz que queramos que entre en el objetivo, provocando más o menos distancia focal. También, por ejemplo, para establecer la menor apertura de diafragma, de modo que toda la escena quedará 100% enfocada. (los efectos que produce una mayor o menor apertura los explicaré, como he dicho anteriormente, en mi otra entrada: "Los tres pilares básicos de la fotografía. El modo Manual de tu cámara.")
- Modo S (en Canon es Modo Tv): Se trata del caso contrario al anterior. También se le llama "Modo de Prioridad de Velocidad". En este caso, el parámetro que estableceremos será el de la velocidad de obturación, dejando en manos de la cámara decidir qué apertura deberá aplicar para que la toma quede bien expuesta. Este modo es útil, por ejemplo, cuando sabemos que queremos realizar una toma en la que el sujeto quede congelado, por lo que pondremos una velocidad muy rápida de obturación (por ejemplo 1/2000 sg.). Otro ejemplo sería cuando queremos poner una velocidad lenta y captar el efecto seda del agua de una fuente (1 sg.). En ambos casos, la cámara decidirá abrir más o menos el objetivo, consiguiendo exponer correctamente la escena.
- Modo M (Manual): Es el modo con el que acabaremos trabajando si queremos realmente captar la imagen tal como la tenemos pensada en nuestra cabeza. En este modo, la cámara hará todo lo que le digamos, por lo tanto, tendremos que tener en cuenta todos los parámetros para que la fotografía quede bien expuesta. Es el modo más divertido cuando controlas todos los parámetros y los sabes seleccionar y combinar para cada ocasión. ¡Pero, en este modo, todo depende de nosotros y nuestra destreza para conseguir una buena toma!
Durante el aprendizaje yo recomiendo realizar el siguiente truco, hasta que tengáis por la mano cómo 'jugar' con Velocidad y Apertura en el modo manual:
- Poned primero el modo A o el modo S y la sensibilidad ISO a 100.
- Estableced una apertura (o velocidad, según qué modo hayáis elegido) y dejad que la cámara calcule el otro parámetro.
- Una vez veáis qué aconseja la cámara, pasad al modo M (manual).
- Estableced la misma apertura que habíais puesto y la velocidad que os había recomendado la cámara.
- A partir de ahí, podéis probar pequeñas modificaciones de ambas, para ir probando y aprendiendo cosas.
De esta manera, iréis cogiendo soltura a la hora de ver cómo se combinan los tres pilares, ISO, Velocidad y Apertura. Cuando llevéis un tiempo, veréis que los cálculos los haréis de forma natural. En cuanto penséis en una fotografía de paisaje, vuestro cerebro os dirá rápidamente ISO 100, Apertura 11f y Velocidad 1/60sg. Y eso se consigue con la práctica, así que calma, id paso a paso.
Seguro que muchos amigos o conocidos, que ya tienen cierta experiencia, os dirán pestes de los modos automáticos o semiautomáticos y que es una tontería comprarse una réflex si no vas a hacer uso del modo Manual. No hagáis caso, es más, en esta primera entrada, en la que ya tomamos contacto con la cámara, me gustaría proponeros lo siguiente:
- Coged vuestra cámara.
- Poned el modo Automático o el modo P.
- Salid a callejear y practicad sólo el encuadre, el zoom y el enfoque manual o automático.
Como bien sabéis, para correr hay que comenzar por caminar, y con este ejercicio lo conseguiréis. Es por ello, que os digo que los modos Automáticos no son malos, ya que os permitirán aprender a encuadrar y centraros sólo en eso, consiguiendo unos resultados desde el primer día que os sorprenderán.
Para ello, os recomiendo la lectura de mi futura entrada: "La composición fotográfica y la ley de los tercios. Cómo conseguir fotografías con personalidad." en la que os explicaré lo que debéis practicar en este ejercicio que os acabo de proponer. Veréis que con un par de consejos muy fáciles de aplicar, conseguiréis tomas que parecerán hechas por un profesional.
Una vez hayáis comenzado vuestras pruebas y hayáis salido a explorar, podéis compartir vuestra experiencia con nosotros en la sección de comentarios. Y cualquier duda que os aparezca, podéis preguntarla en comentarios y os responderé lo antes posible.
Espero que con esta entrada, tengáis un poco más claro cómo empezar con vuestra nueva cámara.
¡Ánimo y salid a practicar sin miedo!
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